Pilará, desarrollado en 380 hectáreas, ofrece instalaciones de golf, polo y tenis primer nivel para captar al grupo familiar.
Pilar sigue creciendo con barrios enfocados a los amantes del deporte como es el caso de Pilará que surgió con su valioso centro de canchas de tenis, cuatro de polo y la de golf, además del novedoso driving range, la obra del clubhouse y diversos dormies. Este desarrollo nació en 2007 con el club de tenis y luego comenzó a crecer la urbanización.
«Actualmente tenemos 60 casas ya terminadas y otras 60 en obra. La clave es la cancha de golf Signature Jack Nicklaus. Ofrece características distintas, con todos los hoyos abiertos, los fairways separados y con viviendas entre ellos. Se juega con carritos porque tiene una calle muy larga y está diseñada en 76 hectáreas», comentó Luis Lamon, gerente de Pilará Golf Club, Polo y Tenis.
Ahora acaba de comenzar la obra del clubhouse principal que se inaugurará el año próximo, diseñado por James Donaldson y se proveerán todos los servicios necesarios además de dos canchas de fútbol. Federico Zemborain, de familia de golfistas, es el encargado del área verde. Pilará ocupa 380 hectáreas con lotes entre 1200 y 1800 m2, con un 60% de áreas verdes. Ya se comercializó el 75% de las parcelas. La inversión fue financiada por los accionistas locales Enrique Ruete Aguirre, Gabriela Sabatini, Julián Ganzábal y Roberto Sambrizzi junto con Guggenheim y Nicklaus Partners, un fondo de inversión internacional con base en Nueva York.
Pilará surgió como emprendimiento inmobiliario organizado por una familia y ahora con estos tres deportes, se diferenció. «Viene a jugar en su mayoría gente que vive acá, aproximadamente 100 propietarios y tenemos socios temporarios con referencias. Hay un potencial grande de gente de alto nivel que vive en barrios sin canchas de golf», destacó Mallmann.
«El objetivo del torneo de los chicos es incentivarlos en el deporte y que se formen junto al golf, una disciplina con muchos valores. Hago practicar a los chicos para que aprendan a pegar un approach, el putting, el juego largo para que se diviertan y puedan disfrutar del golf. Y vamos a hacer el torneo de padres e hijos», detalló Piqué, el profesor.
La cancha para chicos es un punto de encuentro, porque el driving tiene nueve greens de ida y vuelta y se puede armar una cancha de par tres para todas las edades, y así se estimula la escuelita y a la familia en el golf.
«Una de las novedades es el clubhouse del golf, que en un año van a estar todas las instalaciones para un servicio de primer nivel internacional tanto para los que vienen a jugar o los extranjeros que vienen a conocer y disfrutar. Ojalá algún día podamos hacer acá el Abierto de la República», expresó Lamon.
El clubhouse tendrá vestuarios, salones, bar, un proshop, sala principal y de recepción. Por ser una cancha premium, construida por personal de la empresa Nicklaus. Este campo con el proyecto urbanístico ocupa 72 hectáreas, el doble de las canchas tradicionales. Otra característica es que los fairways están debajo de los lotes de las casas, con un gran drenaje para evitar inundaciones.
Los terrenos ocupan una superficie promedio de 1500 metros cuadrados y se cotizan aproximadamente en 200 dólares el m2 los que dan a la cancha, y 130 dólares el m2, los restantes. Por su parte, los dormies están en obra por fideicomiso, aunque 12 se inauguraron hace dos años y ahora se construyen los de Terrazas del Golf. «Pilará a través del deporte, quiere captar familias con ese fin. Por eso le brindamos mucha importancia a los invitados de los propietarios porque creemos que ellos son los futuros dueños de terrenos», concluyó Lamon.