Desde su primera edición ha habido una evolución notoria, principalmente en el crecimiento de espectadores, el año pasado el aforo llegó casi al máximo y esta vez buscan superarlo.
La copa se realiza en tres días y cada uno es distinto. El viernes se conoce como “el día de los jugadores”, debido a que la gente trabaja y los niños van al colegio, por lo que es complicado que las familias asistan al evento, sin embargo, desde el primer día, los partidos son muy duros y los jugadores dan lo mejor de sí para iniciar con el pie derecho. El sábado, los equipos se juegan el pase a la final, la cual se define el domingo, donde se aprecia un despliegue de polo con las máximas habilidades de los participantes.
UN POCO DE HISTORIA
Lo que empezó hace casi cuatro años como un juego entre amigos, para Federico Verástegui y Gustavo Mejía ha evolucionado hasta convertirse en un torneo de polo reconocido internacionalmente. El nombre surge a raíz de que los socios tenían contemplado hacer una comida cada día del torneo y servir jabalí a los jugadores, al final este plan no se llevó a cabo, pero consideraron que el nombre sería un elemento diferenciador de las otras copas de México.
El interés por este deporte nace en Gustavo gracias a la invitación de un amigo que lo llamó a practicar. “Desde el primer día me enamoré e invité a Federico a que se uniera”, comentó. Actualmente es el sano vicio de ambos, quienes al sumarse al deporte detectaron algunas carencias y se fueron metiendo poco a poco, hasta convertirlo en una parte muy importante de sus vidas. Empezaron por crear Blackwood Council, una empresa que realiza ropa para caballero a medida, cuentan con un método tradicional del siglo XII, un concepto muy diferente a lo que se encontraba en México. La idea fue evolucionando, como el mismo torneo, luego llegaron más amigos y notaron que la mezcla entre el buen vestir y el polo aportaba estilo y carácter, un atractivo sello para la gente.
Así, hace tres años y medio iniciaron con un torneo en el Polo Club El Marqués, en Querétaro, llamado Blackwood Invitational, y al ver lo bien que lo recibió la gente optaron por promover esta disci – plina a mayor escala. Ellos se dieron cuenta que este deporte estaba un poco resagado en nuestro país, y aunque los jugadores mexicanos tienen un gran nivel competitivo internacionalmente, faltaba impulso. “Estamos tratando de darle un nuevo punch para que la gente le preste más atención, incluso si no es un tema generacional para ellos. Nuestra intención es que las personas experimenten lo poderoso que es un juego con animales, admirando a los deportistas que son unos cracks”, comentó Federico. En tan sólo tres años han logrado crear un nuevo grupo de polistas.
La Copa Jabalí se encarga de dar facilidades a los jugadores que inician (con la modalidad de un handicap de cero goles) para que la inversión que realicen no sea muy alta y puedan jugar con profesionales de esta disciplina. “La copa cero goles ha sido uno de nuestros mayores logros por involucrar a gente nueva e impulsarlos a experimentar la gran pasión que es estar frente a la audiencia y sentirse como los verdaderos atletas que son”, comentó Gustavo Mejía. El torneo se juega en modalidad indoor, para la cual se necesitan (dependiendo si los jugadores doblan o no) al menos cuatro caballos.
Internacionalmente, el polo se juega en muchos lugares, pero a nivel competitivo se practica en pocos sitios y México es uno de ellos, de hecho, acaban de participar en las eliminatorias para el mundial y quedaron a un gol de ir al mundial en Australia. “Desafortunadamente, en nuestro país gran parte del apoyo al deporte se va a otras disciplinas como el futbol, dejando al polo en las últimas prioridades. Pero ese respaldo que falta nosotros lo vamos a ofrecer con torneos como este, que den más ímpetu al deporte ecuestre”, destacó Federico.
El polo se caracteriza por ser un juego cercano y competitivo a la vez. “Este deporte nos obliga a ser caballeros entre nosotros, ya que un día puedo jugar contigo y otro día contra tí, pero al final siempre nos daremos la mano”, finalizó Gustavo.
MÁS QUE UNA PASIÓN
El presidente de la Federación Mexicana de Polo, Billy Steta, quien tiene una inclinación generacional por este deporte, comenta que el polo ha formado parte de su vida desde muy temprana edad. “Este gusto viene por sangre, desde que tengo uso de razón estoy rodeado de caballos y el polo”. Su padre empezó a practicar esta disciplina en 1959 en el Club de Polo Jajalpa, por eso Billy, quien nació un viernes santo en 1963, relata que su madre empezó con dolor de parto en el campo de juego, por lo que, entre risas, le contaron que casi nace en la cancha.
Además, él es embajador de la Federación Internacional de Polo, por lo que asiste todos los años a las reuniones internacionales en Buenos Aires, Argentina y está en constante contacto con el presidente, quien reside en Inglaterra y con el secretario y el tesorero, quienes viven también en Argentina.
A Billy le quedan dos años más como presidente de la Federacion Mexicana de Polo, en febrero de 2019 termina su segundo y último mandato. “Yo creo que debe llegar gente nueva, aunque me hayan pedido que me quede un periodo más, pero pienso que no hay que quedarse estacionado en este puesto honorífico, tiene que haber ideas frescas y cambios. De una u otra forma, yo seguiré involucrado con el polo nacional, estamos creando la Confederación Panamericana Deportiva, la máxima autoridad del polo en el continente americano”, subrayó. Tras presenciar la anterior edición de la Copa Jabalí, comentó: “El año pasado me quedé muy sorprendido con la copa, por la organización y por el nivel que Guillermo “Billy” Steta, presidente de la Federación Mexicana de Polo hubo en los juegos”
IMPULSANDO EL TALENTO
Jinete de salto y jugador del equipo La Portina, Carlos López Portillo se ha convertido en el principal patrocinador de la tercera edición de la Copa Jabalí. El apoyo que ofrece no es sólo a título personal, también cuenta con el respaldo de la firma de abogados a la que pertenece, despacho que tiene como parte de su filosofía el impulso a este tipo de deportes. Carlos y sus socios practican el polo, asimismo se involucran en temas ecuestres como salto y charrería, lo que les abre puertas para conocer gente y ampliar sus contactos. “Para nosotros el polo es una plataforma social”. Tras años de formar parte del ambiente, se ha percatado que la vida ecuestre es un gesto valeroso.